Las primeras unidades de los 1.3000 lanzacohetes c-90 españoles, fabricados en la factoría de Instalaza en Zaragoza, ya están en manos de los soldados ucranianos de la resistencia. Las armas, enviadas el pasado viernes a bordo de aviones de transporte militar, han conseguido cruzar la frontera de Polonia con Ucrania y llegar hasta su destino.
«Estas armas ya están a las órdenes de Ucrania. ¡Es una gran noticia!» dice un soldado ucraniano mientras levanta uno de estos lanzacohetes. En las imágenes, que han comenzado a difundirse en los grupos de Telegram del ejército ucraniano y ya circulan por otras redes sociales, el militar asegura que «este material lo ha enviado España para los Ucranianos, es muy eficaz y destructivo». El soldado se muestra «muy feliz con este nuevo amigo». «Si tiene esto la defensa territorial, imaginaos lo que tienen las Fuerzas Armadas de Ucrania», advierte.
Fuentes militares confirman a OKDIARIO que efectivamente se trata de uno de los primeros C-90 antitanque de los que ha enviado España, después de que el Gobierno de Pedro Sánchez rectificase y decidiese enviar armas a Ucrania pese a la negativa de su socio Podemos.
El C-90 es una arma muy conocida por los militares españoles, cuyo disparo se aprende en las academias y centros de formación básica. Se trata de un tubo, o dirección de tiro, que lleva en su interior una granada propulsada de 90 milímetros. Son desechables, es decir que tras dispararlos pierden su función y no se pueden recargar. Su reducido peso -como se ve en las imágenes- y la ausencia de retroceso los hace muy eficaces en combate urbano.